Factores que dañan tu cabello

Si bien las condiciones que ocasionan molestias y problemas capilares tienen en gran parte origen interno (factores genéticos, hormonales y fisiológicos) hay una serie de factores adicionales externos, ambientales, físicos y químicos, que poco a poco pueden afectar a tu salud capilar y que es bueno tener en cuenta.

El cabello posee numerosas capas de células alojadas en su cutícula, las cuales pueden degradarse si el pelo se encuentra dañado. Esto produce que se reduzca la capa protectora que rodea a la corteza y debilite el cabello.  Al ocurrir un daño en las cutículas, estas se expanden dejando la corteza muy expuesta y sin estabilidad.

Como en SOMOS apostamos por la prevención en el ámbito de la salud capilar, te dejamos aquí una lista de los factores que pueden dañar tu pelo para que los puedas tener en cuenta.

Demasiado lavado

Parece contraintuitivo, pero demasiado lavado con champú puede llegar a jugar en tu contra en tu cuidado capilar.

Un lavado diario con champú ocasiona la sobreestimulación de las glándulas sebáceas, produciendo más grasa como compensación. Así que nos encontramos ante un efecto “boomerang” indeseado.

Lo cierto es que el champú sólo debe aplicarse si el pelo está sucio. Nuestro estilo de vida no genera una necesidad de lavado diario con champú. Puedes alternar el lavado con champú, que se ocupa de eliminar las grasas, con lavados sólo con agua que es suficiente para eliminar la sensación de pelo sucio asociada al sudor, que de hecho son minerales. Notarás la diferencia

Adicionalmente, el lavado frecuente del pelo puede hacer que el cuero cabelludo se reseque y causar irritación, especialmente si el agua está demasiado caliente, si la fórmula del champú resulta demasiado agresiva para nuestro cuero cabelludo, o si utilizamos lociones capilares con alcohol, geles o aerosoles para el peinado que atacan el pelo y la piel. 

Las técnicas para el lavado del cabello

Lavarte el cabello con agua muy caliente o muy fría no es lo más recomendable si quieres tenerlo en su mejor aspecto.

La temperatura del agua juega un papel importante a la hora de lavar tu cabello. Si está muy caliente, el pelo pierde su brillo natural, además se produce un exceso de sebo que confiere un aspecto graso al cabello.

En caso opuesto, si el agua está muy fría no se produce una adecuada higiene del pelo, y quedarían rastros de grasa y suciedad que se van acumulando poco a poco

Lo más adecuado es lavar el cabello con agua tibia, que también  favorece el cierre de las cutículas, obteniéndose un pelo más radiante y limpio. Te aconsejamos una temperatura del agua no superior a 35 ºC.

Los champús en general solo tienen que aplicarse una vez,  dejar un poco de tiempo para que actúen y luego aclarar abundantemente con agua.

Los servicios técnicos de peluquería, como permanentes, alisados, tintes o decoloraciones provocan un gran estrés en la estructura del pelo y pueden irritar el cuero cabelludo. Por ello, no deben combinarse al mismo tiempo si es posible, para dejar que nuestro cabello y cuero cabelludo se recuperen.

Técnicas o métodos de peinado

Existen multitud de técnicas para el peinado del cabello, ya sea con un cepillado simple, pasando por el cardado o backcombing y la utilización de rizadores o planchas

Estas técnicas traccionan las cutículas del pelo, haciendo que se rasguen o descamen, generando un indeseado aspecto de cabello encrespado, difícil de controlar.. Cuando el cabello está húmedo es mucho más susceptible a los daños, ya que las cutículas se encuentran hinchadas y la corteza interna está más expuesta

La técnica de cardado se utiliza especialmente en las peluquerías para aportar mayor volumen al cabello de manera artificial, sobre todo en la parte interior. Se realiza cepillando el pelo estirándolo hacia atrás, y luego peinándolo en dirección contraria. Con esto se logra un cabello espeso y abundante, pero maltratándolo un poco.

Cuando cepillamos el cabello en exceso, puede ocurrir una alopecia por tracción que romperá el cabello que se encuentre  seco o muy frágil.

En el caso de los peinados muy apretados, tirantes, o que estén sujetos con accesorios que tensan el pelo, perjudicaremos la raíz ya que producen la fricción del folículo. Esto puede debilitar tu cabello y producir una caída progresiva. Así que atención a las trenzas, recogidos y colas de caballo (pony tail)

Después de un servicio técnico de peluquería, como permanentes, alisados, tintes o decoloraciones, incluyendo las mechas o balayage, debes utilizar un champú suave y nutritivo, preferentemente para pelo seco o dañado.

Los rizadores, las planchas de peinado, los cascos secadores de pelo y los secadores de pelo manuales tienen un efecto muy negativo por las altas temperaturas a las que se expone el cabello. Para evitar que nos quede  el pelo quebradizo, pajizo y con las puntas abiertas, tu pelo necesitará un cuidado adicional siempre después de utilizar uno de estos aparatos.

Factores ambientales y hábitos

El verano presenta muchos factores que pueden dañar tu cabello, ¡cuidado!

Los factores que se encuentran en nuestro entorno, como los rayos solares, el agua clorada, la sal, la humedad, la contaminación, entre otros, pueden producir que los puentes de disulfuro, una especie de puentes o ligamentos que conforman el cabello y lo sostienen interiormente, se rompan dentro de la estructura capilar.

La radiación solar, rayos UVA y UVB, pueden debilitar los folículos pilosos y resecar el pelo, haciéndolo muy vulnerable a los daños.

El agua clorada erosiona las escamas o cutículas que cubren a la fibra capilar (la encargada de proteger al pelo de los factores externos). Estas agresiones producen un gran desgaste en el cabello.

La sal también es perjudicial para el cabello, ya que absorbe toda la humedad y lo seca, además de modificar su coloración.

Un entorno húmedo puede abrir los poros y las cutículas, dejándolos expuestos a los elementos dañinos que perjudican al cabello.

La contaminación ambiental puede dañar al cabello, volviéndolo más seco y dejándolo sin brillo. La polución estimula la descamación del cuero cabelludo y reduce la calidad del pelo, lo que favorece la aparición de la caspa. Además, el ambiente está cada vez más lleno de partículas de pequeño tamaño molecular que agreden nuestro cabello y se depositan en el cuero cabelludo.

Los elementos contaminantes afectan la estructura de la cutícula, derivando en  un cabello quebradizo.

Los cabellos más perjudicados por la contaminación ambiental son los grasos, ya que se degradan más fácilmente

El calor

Cuando se utilizan secadores, alisadores o rizadores sobre nuestro cabello, el calor produce un ruptura de los enlaces de los polipéptidos en el interior del pelo, dañando en gran medida la raíz.

Una exposición excesiva al calor puede dañar irremediablemente la estructura capilar y el cuero cabelludo, produciendo una posible caída del cabello.

Exceso de productos químicos

Los tintes, aerosoles, decolorantes y la permanente atraviesan la cutícula protectora del cabello, afectando directamente a la corteza interna.

Los productos químicos tienden a romper los ligamentos de las cadenas de queratina. Si el pelo y el cuero cabelludo se exponen demasiado a ellos, pueden dañarse gravemente.

La falta de hidratación

Al faltar una adecuada humedad en el cabello se puede alterar la capa hidrolipídica. Esto origina que el pelo se vuelva muy seco y áspero, perdiendo la suavidad que lo caracteriza.

Problemas de salud

El pelo suele ser un indicador de cómo se encuentra nuestro estado de salud en un momento determinado.

Si observas que tienes un cabello cada vez más pobre y dañado, puede ser que estés experimentando  un problema de salud específico, falta de vitaminas y minerales por una dieta defectuosa o efectos secundarios por consumo de medicamentos o sustancias dañinas para el organismo (como las drogas).

Las mujeres que están embarazadas o tomando píldoras anticonceptivas suelen tener un cabello muy saludable y reluciente, debido a que el estrógeno tiene un papel muy importante en el crecimiento y la salud del pelo.

 En cambio, los tratamientos para ciertas enfermedades (como la quimioterapia) insertan toxinas que rompen el proceso de renovación capilar.

El estrés emocional

El estrés tiende a provocar la caída de cabello de forma difusa durante un tiempo determinado. 

Esto se debe a la alteración en el ciclo capilar, el cual afecta notablemente los folículos pilosos que se encuentran en la fase de crecimiento.

Malos hábitos alimenticios

Si no nos alimentamos correctamente con una dieta con los nutrientes necesarios, nuestro cabello se verá  afectado de gran manera.

Recomendamos una dieta que contenga verduras, pescados, carnes magras, frutas y legumbres para preservar el buen estado del pelo.

También es importante reducir la ingesta de grasas y sal, ya que disminuyen la calidad del cabello volviéndolo débil y quebradizo.

¿Tienes dudas?

¿No sabes si tus hábitos están favoreciendo tu salud capilar…o boicoteándola? Puedes empezar por nuestro diagnóstico online automático - rápido y totalmente gratuito- o reservar una video llamada  con una especialista capilar para uns revisión aún más profunda..

¡Hazlo ahora!